Permite programar el equipo para que la temperatura de la estancia no baje de 10ºC., de modo que cuando la habitación no esté ocupada, no llegue a enfriarse en exceso. A esta función se le suma la utilización del refrigerante R32, conocido como el refrigerante del futuro. Éste conlleva un impacto menor sobre la capa de ozono, y además, es más eficiente porque presenta propiedades termodinámicas superiores que permiten que se caliente y se enfríe de forma más rápida y con una menor cantidad de refrigerante.